La trocanteritis es una de las patologías más frecuentes sobre todo en mujeres de entre los 40 y los 55 años y es un cajón de sastre donde se engloban multitud de patologías, por ejemplo, se te puede dar un diagnóstico de trocanteritis y que sea porque sufres de una bursitis, pero también puede ser por una tendinopatía de la musculatura glútea o simplemente por un punto gatillo (contractura) y como te puedes imaginar los tratamientos ni siquiera son parecidos y este es por qué hay tantos pacientes que le han infiltrado 3, 4 o 5 veces y no notan mejoría.
Causas que provocan la trocanteritis
Las causas pueden ser múltiples. Sin embargo, la más frecuente es la sobrecarga en los tendones o músculos vecinos (glúteo medio, banda iliotibial, piramidal, etc.) o la inflamación de la bursa trocantérea (parte externa de la cadera).
Además, existen factores predisponentes, que suelen estar derivados de la diferente distribución de la carga en los miembros inferiores como son la dismetría de miembros inferiores, artrosis de cadera o la lumbalgia crónica.
Entre las causas mencionadas también se encuentra el exceso de peso, los traumatismos o la debilidad muscular, entre otras.
Síntomas de la trocanteritis
El síntoma principal es el dolo localizado en la cara externa de la cadera, que se transmite por el miembro inferior. El dolor se va intensificando si se toca la zona o si se tumba sobre el lado afectado.
Diagnóstico
Realizar pruebas de imagen como una ecografía o una resonancia nos es muy útil, al igual que realizar estudios de la pisada para valorar qué es lo que hace que el paciente haya desarrollado este problema, ya que no tienes que olvidar que las piernas son nuestros neumáticos y una persona normal camina una media de 10.000 pasos al día y esto al cabo de un año supone un total de 3.650.000 ¿puede que algo tenga que ver no? No obstante, el diagnóstico por imagen nos permite visualizar las bursas y la musculatura implicada.
Es por ello, que para el diagnóstico utilizamos el test de Patrick o Fabere para detectar lesión en la cadera o en la articulación sacroilíaca.
Tratamiento de una trocanteritis
La forma más habitual para tratar en un primer momento la trocanteritis es mediante la ingesta de antiinflamatorios o analgésicos. Sin embargo, no es el tratamiento más eficaz. Es por ello, que desde Vitruvio para realizar un análisis más exhaustivo y aplicar el tratamiento más adecuado para cada paciente realizamos un estudio antropométrico y biomecánico del aparato locomotor combinado con fisioterapia.
Para casos más complejos, en el que los tratamientos anteriores no den resultado es posible hacer un tratamiento quirúrgico abierto o por artroscopia.
¿Frío o calor para la trocanteritis?
Lo más adecuado para tratar la trocanteritis, disminuir el dolor que provoca y la inflamación en la crioterapia. Es decir, la aplicación de frío en la zona, pero nunca de forma directa.