¿Qué es la epicondolitis?
La epicondilitis, también conocida como “codo de tenista”, es una inflamación de los tendones que unen los músculos del antebrazo con la parte exterior del codo. El músculo usualmente involucrado en esta patología se llama extensor radial corto del carpo (ECRB), el cual discurre a lo largo del antebrazo y se inserta en el epicóndilo lateral, extendiendo la muñeca y los dedos.
La repetición de movimientos y el uso de los músculos de forma reiterada daña los músculos y los tendones del antebrazo produciendo así dolor y sensibilidad.
Síntomas de la epicondolitis
En la mayoría de los casos, el dolor de la epicondilitis comienza siendo leve y lentamente empeora a lo largo del tiempo.
Los síntomas y signos comunes de la epicondilitis son:
- Dolor o ardor en la parte exterior del codo
- Debilidad muscular
A menudo empeoran con la actividad del antebrazo, tal como sostener una raqueta, girar una llave o sacudir las manos. Su brazo dominante es el comúnmente afectado; sin embargo, ambos brazos pueden verse afectados.
Diagnóstico de la epicondolitis
El diagnóstico de la epicondilitis se lleva a cabo mediante el uso de una variedad de pruebas para determinar con precisión el estado de la patología. Dicha prueba consiste en intentar extender la muñeca o los dedos en contrarresistencia con el brazo estirado, sin llegar a causar dolor. Si la prueba es positiva, esto indica lesión en los músculos implicados en la epicondilitis.
Diagnóstico por imagen:
- Resonancia Magnética (RMN): La herniación de un disco en la zona cervical o artritis a menudo producen síntomas parecidos a los de la epicondilitis. Por lo tanto, es importante su uso a la hora de hacer un diagnóstico diferencial con otras patologías.
- Electromiografía (EMG): Su uso está indicado para descartar una compresión nerviosa, puesto que hay muchos nervios que envuelven el codo y los síntomas que producen pueden ser similares a los del ‘codo de tenista’.
Tratamiento de la epicondolitis
En Vitruvio Instituto de Biomecánica & Cirugía combinamos los tratamientos más avanzados para una solución definitiva: Fisioterapia, ejercicios de estiramientos específicos en cada caso y la utilización de medicina regenerativa con factores de crecimiento, así como las últimas técnicas en infiltraciones ecoguiadas o tratamiento quirúrgico.