El síndrome facetario es una de las causas más frecuentes de lumbalgias o de dolores en la zona lumbar.
La lumbalgia es una de las patologías más prevalentes que nos encontramos en la población general, ya que se estima a nivel científico que aproximadamente el 100% de la población alguna vez en su vida sufre algún tipo de dolor en la zona lumbar.
Hay diferentes causas que pueden provocar una lumbalgia. Lo primero que debemos saber es que, la lumbalgia no significa nada en sí. Algia significa dolor y lumbar hace referencia a la zona. Es decir, la lumbalgia indica dolor en una zona determinada. Cuando un paciente llega a consulta ya sabe que le duele la zona lumbar. Lo que debemos hacer nosotros como especialistas es averiguar cuál de todas las estructuras es la que le está causando el dolor.
En este caso y el objeto de nuestro post es el síndrome facetario. Este es uno de los posibles dolores lumbares. Los cuales también se puede deber a otro tipo como a los dolores discogénicos, sacroilíaco, dolores musculares, etc.
El síndrome facetario
Las facetas articulares son las articulaciones que unen una vértebra con la superior o con la inferior. Es decir, son las articulaciones que comunican y articulan las vértebras de la columna. El síndrome facetario es cuando se daña y se afecta alguna de ellas. Puede ser por un problema degenerativo tipo artrósico, inflamatorio, artrítico, etc.
Aunque sea una articulación pequeña los dolores que causa son referidos, es decir, que va hacia otra zona. Por ejemplo, aunque tu tengas dañada una articulación pequeña en la zona lumbar el dolor recorre la zona lumbar, glútea e incluso la parte posterior de la pierna.
¿Cómo se diagnostica este síndrome?
El diagnóstico debe realizarse a nivel clínico por un especialista. Se puede realizar a través de pruebas de imagen como radiografías o resonancias para saber si hay algún brote inflamatorio o algún problema degenerativo en la articulación.
También se suele realizar una exploración manual. El especialista palma articulación por articulación hasta que el paciente refiere su dolor.
Tratamiento
El tratamiento se pauta tras el diagnóstico. Dependiendo de cada caso se puede implantar un tratamiento u otro. Por ejemplo, infiltraciones o radiofrecuencias para bloquear el dolor.
Es importante también que el especialista compruebe si se tiene alguna alteración biomecánica. Ya que si, por ejemplo, se tiene una pierna más larga que otra la espalda está ligeramente inclinada y esa puede ser una de las causas. Cuyo tratamiento debe ser estudiado y analizado individualmente.